Si el viajero a Japón pretende ir a la caza de serenos templos y jardines en los que pasear y maravillarse ante su gran exquisitez, Osaka no es exactamente lo que está buscando. La que fuera primera capital nipona allá por el siglo IV es, con una población superior a los dos millones y medio de habitantes, la tercera ciudad más poblada del país (por detrás de Tokio y Yokohama), el segundo complejo industrial y comercial de Japón (formado por Osaka y Kobe, la llamada región industrial de Hanshin) y es considerada la capital gastronómica japonesa, lo que en el contexto de un país ya de por sí altamente apreciado por su cocina la hace sumamente atractiva al paladar.

Tan pronto como salí del tren que me había traído desde Nara y monté en una escalera mecánica de la estación de Osaka / Umeda tuve la certeza de que Osaka era diferente. En todas las ciudades que había visitado hasta entonces (Narita, Tokio, Kioto y Nara) y la que visitaría después (Hiroshima), al usar las escaleras automáticas todo el mundo se coloca a la izquierda dejando la derecha libre para los que van con prisa; sin embargo, en Osaka la operación es a la inversa, formándose la fila a la derecha y dejando libre el corredor de la izquierda.


Al salir a la superficie me impactó el verme inmersa en aquel frenético ir y venir de gente que, a medida que avanzaba en dirección sur, se fue convirtiendo en un hervidero de puestos de comida, restaurantes abarrotados y vistosas salas de pachinko (máquinas del millón o pinballs) enredados todos ellos en un entramado de autopistas elevadas y luces de neón. Todo un cambio tras el ambiente refinado de Kioto y la monumental Nara (ambas situadas en la región de Kansai o Kinki, a la par que Osaka) y también del multitudinario pero ordenado Tokio.



La ciudad portuaria de Osaka (capital de la prefectura del mismo nombre) carece de complejos, es laberíntica, bulliciosa, visceral y un poco canalla, una rara mezcla de potencia económica mundial e indisimulado provincianismo. En un principio, como me ocurrió a mí, puede parecer poco acogedora e incluso agresiva. Recuerdo que pensé lo poco que me sorprendía que Ridley Scott se hubiera inspirado en ella para los decorados de su película Blade runner y más tarde rodara allí Black rain, si no lo tengo mal entendido, ¡y eso que todavía no había llegado a la parte más punki! Osaka no siente necesidad de exhibirse, se sabe dueña de una gran personalidad seguramente reforzada por su distintivo (me dicen) dialecto de Kansai (Kansai-ben), y exige de ti una cierta inversión de tiempo a cambio de revelarte su interior más auténtico.


Las ciudades japonesas no se han desarrollado igual que la mayoría de las ciudades occidentales, y en ellas existe normalmente más de un centro urbano. Los de Osaka son Umeda y Namba (los nombres de las dos principales estaciones de la ciudad), a menudo referidos por los osaqueños como Kita (norte en japonés) y Minami (sur) por sus respectivas situaciones geográficas.

Ahí va una mini guía del centro norte, totalmente subjetiva y sin seguir ningún orden en particular; el recorrido por la parte sur lo podréis seguir en las dos entradas siguientes: Mini guía de la ciudad – Dōtonbori y Mini guía de la ciudad – Namba.
Qué ver en Kita
Umeda es el centro administrativo y de negocios de la ciudad, así como la zona en la que se encuentran algunos de sus grandes almacenes más representativos.

1 En el mismo complejo de la estación de Osaka se encuentran los grandes almacenes Daimaru que gozan de gran popularidad y prestigio entre los osaqueños ganados a lo largo de años de actividad. Como curiosidad, resaltar que en la 13ª planta se encuentra el recientemente renovado y ampliado Pokémon Center Osaka (se inauguró a finales de 2010) que, con sus 830m² se ha convertido en el centro Pokémon más grande del mundo.


2 El Umeda Sky Building. Concebido a finales de los 80, en pleno apogeo económico de Japón, como lo que debía ser una ciudad en el cielo con jardines colgantes, tiendas y pasarelas distribuidas por numerosas plantas, tras estallar la burbuja se quedó en dos únicas torres de cuarenta pisos de altura unidas por una plataforma de observación. Con todo, no deja de ser un edificio impresionante al que se puede acceder (no lo hice) previo pago de 700 yenes (unos 5,50EUR). Imagino que las vistas que ofrece deben de ser espectaculares.
3 Kitashinchi. A un tiro de piedra de la estación de Osaka, este área cuenta con una gran oferta de restaurantes, bares y discotecas.
4 El Hep Five (Hep: Hankyo Entertainment Park), uno de los mejores centros de ocio de Osaka cuya gigantesca noria roja situada en lo alto del edificio de diez plantas constituye uno de los iconos de la ciudad. El viaje empieza en la 7ª planta y alcanza, una vez fuera del edificio, los 106m de altura (500 yenes [unos 4EUR], 15 min de duración).


5 Yodobashi Camera Umeda. Enorme sucursal de la cadena tokiota dedicada a la venta de cámaras y productos electrónicos. Un verdadero paraíso.
Si os ha gustado este post, os invito a acompañarme en una ruta por la imcomparable Namba, la zona sur de la ciudad. ¡Os espero!
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He estado buscando un poco por artículos de alta calidad o entradas en blogs sobre estos contenidos. Explorando en Google por fin encontré este blog. Con lectura de esta post, estoy convencido que he encontrado lo que estaba buscando o al menos tengo esa extraña sensacion, he descubierto exactamente lo que necesitaba. ¡Por supuesto voy hacer que no se olvide este blog y recomendarlo, os pienso visitar regularmente.
Saludos
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Muchas gracias, me alegra mucho que te haya gustado la entrada. Seguirán unas cuantas más sobre Japón y otros destinos. Esto acaba de empezar, pero tengo intención de que vaya creciendo. Nos hablamos por aquí. Un saludo.
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