
Desde pequeña me fascinó esta imagen. Quedó grabada en mi retina y en mi memoria la primera vez que la vi. ¿Pero qué era esa torre? ¿Se trataba de un castillo de cuento de hadas? ¿Era, quizás, la entrada a una suerte de mundo mágico y salvaje en el que un sinfín de animales campaban a sus anchas ajenos a la realidad cotidiana que quedaba segregada más allá de los muros?

Pasó un tiempo antes de que mi padre, durante una visita que se convertiría en inolvidable, ofició de mi guía particular y me mostró las maravillas de ese reino secreto. Se trataba de algún acto cultural, íbamos elegantes, era por la noche y nos sirvieron un aperitivo. A mí todo eso me traía sin cuidado, yo sólo hacía caso a la narración de mi padre, quien -como yo- disfrutaba de la oportunidad de poder deambular por algunas de las estancias de la gran casa. Todo un acontecimiento.



Aprendí, pues, que ese reino de fantasía era el Parc Samà (parque Samà) -hoy declarado “Bé Cultural d’Interès Nacional” (Bien Cultural de Interés Nacional) por la Generalitat- y que debía su origen a un capricho de su dueño, Salvador Samà i Torrens, sucesor de una familia catalana natural de Vilanova i la Geltrú (provincia de Barcelona) establecida en la Cuba colonial y heredero del título de marqués de Marianao que la reina Isabel II de España había otorgado a su tío, Salvador Samà i Martí. Al parecer, el primer marqués descubrió el pequeño poblado de Marianao y se propuso (con gran éxito) convertirlo en un pueblo próspero además de en su residencia.

El nuevo marqués quiso trasladar a esta parte de la comarca del Baix Camp (concretamente entre Cambrils y Montbrió del Camp), el ambiente exótico de la colonia perdida, razón por la que el parque conserva ese ambiente romántico propio de las postrimerías de la época colonial.




El proyecto del jardín le fue encargado a Josep Fontserè i Mestre (autor del Parc de la Ciutadella de Barcelona, con Antoni Gaudí como ayudante) y, a finales de 1800, se inició la plantación del jardín botánico así como la construcción de viviendas y jaulas para acoger a los diversos animales del que sería el zoo privado del marqués.



El escenario de un cuento no estaría completo sin un lago, y así debían de creerlo también los artífices de este espacio tan singular puesto que idearon una pequeña joya con un entramado de puentes de (imitación) madera y un par de islas, una de ellas con gruta y templete incluidos. ¿Se puede pedir más?


El colofón de este conjunto lo constituye una original cascada el agua de la cual proviene de una mina subterránea y abastece al lago a través de un tranquilo canal.


Curiosamente, poco después de esa primera vez, siguieron unos años de visitas regulares ya que el parque fue el escenario inigualable del (no tan inigualable) festival de fin de curso del centro de danza de mi ciudad; así que ahí estaba yo, en plena actuación, rompiendo la paz de ese oasis (hubo un año, recuerdo, en que el parque finalmente se rebeló y nos echó con cajas destempladas mandándonos una terrible tormenta de granizo). Más tarde hubo citas memorables, casi siempre en verano, siempre al atardecer, bajo los altos árboles y con el incansable croar de las ranas de fondo. Recuerdo un Don Giovanni magnífico y, antes de eso, un recital de la Caballé y otro de Carreras, y también la representación de la obra de Guimerà, Maria Rosa. Luego nos perdimos la pista.
Habían pasado muchos años entre esa primera visita con mi padre y la de hoy. El reencuentro ha sido hermoso, tranquilo, como el que tiene lugar entre viejos amigos.
*
Más información sobre el Parc Samà en:
*
Como mínimo es para quedarte estupefacto al descubrir que existen lugares tan fascinantes como estos casi al lado de nuestra casa. A veces buscamos la singularidad y la casi fantasía en los países más dispares y alejados, y no nos damos cuenta que en nuestro propio país también tenemos sitios maravillosos, como sacados de alguna fábula. Me siento muy agradecido de que gracias a esta viajera incansable e impetuosa pueda llegar a descubrir estos sitios, y es que ya hace unos años pasé por esta misma carretera de Cambrils cuyo asfalto gira alrededor de la torre de fábula que la misma autora de este blog imaginó que podía haber sido parte de un cuento de hadas. ¿Es posible esto? ¿Disponer de estos parajes de ensueño a nuestro alcance? Pues parece que sí, y gracias a Carme, los podemos descubrir.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bueno, bueno, esto ya es lo más, Azel Highwind. Muchas gracias por tus palabras. Estoy realmente agradecida de tenerte por aquí. Me encantará que sigas leyendo entradas. Y, sí, el Parc Samà es toda una belleza, aunque desgraciadamente no demasiado conocida. Un abrazo grande, grande y hasta pronto.
Me gustaMe gusta
Es un gusto, Carme, poder seguirte. Iré visitando tu blog 🙂
Me gustaMe gusta
Pues imáginate para mí! Mi más sincero agradecimiento. Hasta muy prontito!
Me gustaMe gusta
Vaya, qué ilusión me ha hecho leer sobre un lugar cercano. He ido un montón de veces al Parc Samà y la verdad que no me canso de pasear por sus jardines, es un lugar precioso. Hace mucho tiempo que no paro por allí!!! 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
A mí también me encanta, Babyboom. Ya sabes, ¡a volver! 😉 Muchas gracias por comentar!!!
Me gustaMe gusta
Hermoso lugar el que me descubres y que despierta en mi una sana envidia por el esmero con que se ha protegido un espacio tan singular. En Betanzos (Galicia) apenas sobrevive la décima parte de un colosal parque temático de principios del siglo XX (en su día mas de 90.000 metros cuadrados).
Yo he podido visitarlo y lo poco que queda de el es realmente asombroso. En internet hay mucha información sobre este parque llamado “El Pasatiempo” (http://www.elmundo.es/elmundo/2011/12/13/galicia/1323772933.html).
Felicidades por tu Blog.
Me gustaMe gusta
Hermoso lugar el que me descubres y que despierta en mi una sana envidia por el esmero con que se ha protegido un espacio tan singular. En Betanzos (Galicia) apenas sobrevive la décima parte de un colosal parque temático (en su día mas de 90.000 metros cuadrados).
Yo he podido visitarlo y lo poco que queda de el es realmente asombroso. En internet hay mucha información sobre este parque llamado “El Pasatiempo” por ejemplo, aquí: (www.elmundo.es/elmundo/2011/12/13/galicia/1323772933.html).
Felicidades por tu Blog.
Me gustaMe gusta
¡Gracias! Voy a investigar sobre “El Pasatiempo”, ¡qué ganas!
Me gustaLe gusta a 1 persona