
Una vez visitados los magníficos cafés triestinos, cuando ya nos hemos dejado impregnar por su marcado halo de historia y disfrutamos de la camaradería y arrojo de algunos de sus dueños, ha llegado el momento de medirnos con la muy especial -y única- forma de pedir nuestro café.

El reto no es solo el idioma porque, por lo visto, el léxico cafetero utilizado en Trieste constituye un verdadero rompecabezas incluso para el resto de italianos. Este microcosmos responde a la gran diversidad de culturas y mezclas de cafés que han ido llegando al puerto de esta ciudad durante siglos.
Sirva este pequeño glosario como ejemplo del peculiar vocabulario cafetero que contiene cualquier carta de cafés en Trieste. ¡Cuidado! Si no queréis acabar tomando algo que no hayáis pedido, no os dejéis llevar por las primeras impresiones en esta particular cultura del café.
- Caffè nero. Literalmente, “negro”. Si pedís “un café” en Trieste, el camarero se va a quedar igual; así que si os apetece un espresso, hay que pedir un nero.
- Nero in b. Un espresso en vaso pequeño (la b responde a bicchiere, “vaso” en italiano).
- Gocciato o goccia. Un espresso con una gota de espuma de leche en el centro (goccia significa “gota”); es una especie de caffè macchiato.

- Goccia in b. Un espresso con una gota de leche caliente servido en vaso.
- Deca. Un espresso descafeinado en tacita.
- Deca in b. Un espresso descafeinado en vaso.
- Cappuccino o capo. Un espresso macchiato en taza pequeña.
- Capo in b. Un espresso macchiato caliente servido en vaso de vidrio tallado.
- Capo in b tanta. Un espresso macchiato servido en vaso con mucha espuma de leche.
- Capo in b tanta special. Un espresso macchiato en vaso con mucha espuma y espolvoreado con cacao.
- Cbs. Un capo in b sin espuma.
- Capo deca. Un espresso macchiato descafeinado en tacita.
- Capo deca in b. Un espresso macchiato descafeinado en vaso.
- Caffelatte o capo in tazza grande. Es el clásico cappuccino.

Con esta lista en mente, podréis disfrutar más y mejor de lo que la bella Trieste tiene que ofrecer, tal como hicieron Joyce, Svevo, Saba y sigue haciendo Magris en los cafés literarios.


¡Disfrutad de vuestro café en Trieste!
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