«La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante» – Paulo Coelho

Hace ya algún tiempo que venía sopesando la idea de escribir una entrada sobre aquellos sueños cumplidos y los que todavía siguen como «pendientes» en lo referente a viajes (que, al fin y al cabo, es a lo que este blog está dedicado). Hoy he encontrado el momento a través de la iniciativa de Diarios de Viaje ODV y RCL, que hace unos días invitaba a algunos de nosotros a poner en común nuestras ilusiones viajeras.
En mi caso, sin embargo, los planes como viajera y los que tengo como… (¡ups! ¿como qué?, ¿como traductora?, ¿como estudiante?, ¿como persona?) mmmm… como «no-viajera» son muy difíciles de distinguir, puesto que toda mi vida gira en torno a conocer otras realidades, conocer otros idiomas, otras formas de trabajar, otros países, otras maneras de afrontar la vida. Por ejemplo (y es ahora cuando caigo en la cuenta de ello), desde mi primer año de universidad tuve claro que quería una de esas becas que te permitían cursar parte o todo el año en el extranjero. Erasmus, se llamaban 😉
También, desde la primera vez que fui sola a un país extranjero en calidad de viajera/estudiante/joven-asustada-que-pasaría-tres-semanas-sin-padres-ni-amigos-aprendiendo-inglés supe sin ningún género de duda que esa sería mi forma de vida, que quería viajar y pasar largas temporadas viajando por el mundo. En esa ocasión, la ciudad elegida fue Londres, y ahí empezaría una larga historia de amor con la capital inglesa que ha continuado —y se ha afianzado— con el tiempo.
Mientras estoy escribiendo tengo a mi lado las libretas que he ido llenando de apuntes a lo largo de los años y que contienen mis adoradas listas: la lista de los países a los que quiero ir en primer lugar, la de los sitios que quiero encontrar en esta o aquella ciudad, la lista con los nombres de viajeros con vidas interesantes, la de los libros de viaje que quiero leer, la de las personas a quienes envío postales (sí, ¡sigo enviando postales!), incluso la de los países cuyos imanes olvidé comprar en su día o visité antes de empezar la colección.
Creo que la lista de lo que no querría perderme durante mi paso por el mundo la empecé allá por los 17 años, cuando le dije a mi noviete de entonces que después de casarnos iríamos de viaje a Grecia para ver la Acrópolis y perdernos en una isla. Con el tiempo cambié de opinión acerca del novio y del bodorrio, pero seguí con la idea de perderme por tierras helénicas.


A día de hoy, sigo sin haber llevado a cabo mi recorrido soñado por las islas griegas, por todas y cada una de ellas. Esa vez que estuve en Grecia preferí dedicarme a la península y dejar el resto para otra ocasión. Aun así, visité Poros e Hidra.
Otro de esos sueños de toda la vida ha sido viajar a Noruega e Islandia. Ambos son destinos para dejar a cualquiera con la boca abierta por la espectacularidad de sus paisajes en los que la naturaleza es la protagonista indiscutible.




Tengo también tendencia a las descargas de adrenalina, lo que en su día me llevó a incluir en la lista lanzarme en paracaídas, montar en globo, hacer puenting, aprender submarinismo, hacer un recorrido largo a caballo, ir en sidecar, viajar en un barco mercante, pilotar una avioneta, volar en helicóptero y correr un maratón. ¡Casi nada! Siguen imágenes de toda mi actividad voladora, el resto de sueños se está trabajando 😉


Me apasiona la literatura, el cine y el teatro, y muchos de mis viajes incluyen recorridos literarios, visitas a teatros famosos, búsqueda de las localizaciones de alguna peli o serie televisiva que me ha llamado especialmente la atención (como los lugares de rodaje de «Muerte en Venecia» por el Lido) o asistir a obras teatrales. También la música constituye una excusa perfecta para viajar (puedes leer la entrada sobre Edith Piaf aquí).

En mi recorrido por Japón (un sueño cumplido en sí mismo), pude felizmente tachar unas cuantas cosas de la lista: participé en la ceremonia del té, asistí a diversas ceremonias en templos budistas, hablé con un luchador de sumo, pasé dos días enteros admirando las idas y venidas de las geisha, viajé hasta Hiroshima y conseguí asistir a tres sesiones de teatro tradicional japonés, una de kabuki, otra de noh y una tercera de bunraku. Me sentí la persona más feliz del mundo en todas y cada una de ellas, y creo que fui la única que aguantó despierta al final de la media jornada que dura las obras, además de la única occidental.

El año pasado desperté en medio de otro de mis grandes sueños, esta vez estaba frente a las murallas de la vieja Jerusalén, a punto de cruzar la puerta de Jaffa para adentrarme en el barrio judío y contemplar a mujeres y hombres, separados por una valla, rezar fervorosamente ante el Muro de las Lamentaciones.

Más tarde, me encontraba frente a otro muro que nada tenía que ver con la fe sino más bien todo lo contrario, aunque quieran disfrazarlo de religión. Estaba en Palestina, había cruzado un control israelí para entrar en Belén y mis ojos toparon con una pared altísima y larguísima cuya fealdad quedaba enmascarada por el espíritu de solidaridad de aquellos que con sus pinturas denunciaban su existencia.
¿Quién no ha soñado con bañarse en las aguas del Mar Muerto, pisar las arenas de un auténtico desierto o montar en camello? Yo desde luego sí lo he hecho y, en estos momentos, son tres sueños ya cumplidos.


Otra de mis grandes ilusiones había sido siempre viajar a los Estados Unidos para, en una primera aproximación al país, conocer la costa este. La guinda, cómo no, era llegar a Nueva York, sumergirme rápidamente en la gran ciudad y, sin muchos preámbulos, dirigirme a mi mitificado Greenwich Village.


No me decepcionó lo más mínimo, algo difícil cuando tienes tantas expectativas. Lo recuerdo como uno de los viajes más redondos de mi vida, uno que además me reencontró con amistades que no había visto en años y me llevó por Boston, Chicago, Washington DC, Providence, Rochester, Filadelfia y Baltimore. Toda una aventura.

Este año 2014 le llegó el turno al largamente ansiado Carnaval de Venecia, una experiencia inolvidable en una ciudad cuya magia y misterio la convierten en el marco perfecto para esta elegante combinación de fiesta, tradición y misterio.

Me alegra todo lo que he podido ver y hacer hasta ahora, todo está dentro de mí, me ha cambiado y hecho crecer, he aprendido. No obstante, lo mejor es saber que queda muchísimo por conocer:
- Llevo años acariciando la idea de una vuelta al mundo a mi medida: mi RTW trip sería de un añito y habría paradas en cada continente
- Viajar a las antípodas (como parte de la vuelta al mundo o no): Australia y Nueva Zelanda. En Auckland, espero atreverme a hacer bungee jumping (puenting) desde la Sky Tower que, con sus 192 metros de altura, es el edificio más alto del hemisferio austral
- ¡Ah, la Antártida…! El legendario pasaje de Drake, hielo, focas y ballenas… El sexto continente es lo MÁS.
- Recorrer la carretera madre, la Ruta 66, en los Estados Unidos
- Volver a Islandia para dedicar largo tiempo a hacer fotos de ese paraíso natural y, de allí, volar hasta Groenlandia para cruzarla a pie
- Cruzar Estados Unidos en autobús de este a oeste, recorrer la costa oeste hasta la frontera con Canadá y pasar a Alaska

- Andar el Camino de Santiago empezando en Lourdes (Francia), pasando por Saint-Jean-Pied-de-Port, entrar en España hasta Santiago y de ahí seguir hasta Finisterre
- Hacer la ruta de los parques nacionales de los Estados Unidos
- Recorrer Canadá siguiendo una de las diez carreteras más largas del mundo, la Transcanadiense (8030km)
- Compartir tren durante varios días con ciudadanos rusos a bordo del Transiberiano
- Otro viaje en tren mítico que llevo toda mi vida queriendo hacer (y que vale un dineral) es una de las rutas actuales del Venice-Simplon Orient Express
- Me encanta Europa y todo lo que tiene que ofrecer: me haría mucha ilusión pasar unos meses recorriendo la Europa que todavía no conozco y aprovechar para revisitar mis lugares predilectos
- Entrar en Corea del Norte (y salir de ahí, claro)
- Pasar un verano entero en un refugio de montaña de los Alpes suizos, rodeada de verdes pastos y lejos del mundanal ruido (está claro que «Heidi» me marcó)
Dar largos paseos matutinos por la riviera inglesa como seguro hacía Agatha Christie√ y llegar hasta la agreste costa de Cornualles- Abierto el tema de escritores famosos y dada mi tendencia a hacer rutas literarias, hay ciertas citas a las que me gustaría asistir al menos una vez en la vida:
The International Agatha Christie Festival(en Torquay, Inglaterra)√, el Dylan Thomas Festival (en Swansea, Gales), el Bloomsday Festival (en Dublín) y la Jornada del desasosiego (en Lisboa) - Quiero vivir un tiempo en Israel, entre Tel Aviv y Jerusalén concretamente; es un país que me despierta muchos sentimientos y que, en mi primera visita, me enamoró
- Quedarme con la boca abierta ante los moái de la Isla de Pascua
Sentir despertar el espíritu navideño en comunidad mientras me mezclo con la gente de los mercadillos navideños más bonitos, tradicionales y entrañables de Europa√- Pasar unas navidades en la playa. Tiene que ser divertido sentir el calor en unas fechas en que se supone que deberíamos reunirnos alrededor del fuego mientras vemos caer la nieve por la ventana
- Asistir al concierto de año nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena
- Ver detenerse el tiempo en algún pueblecito pesquero irlandés
- Deseo incorporar las caminatas a mi vida, como rutina, como algo necesario, como deporte; el hiking es una gran manera de viajar lento, de observar, de ponerte retos y de mantenerte en forma. ¡Lo tiene todo!
Ahí queda eso. Una buena mezcla de naturaleza, dosis urbanas, adrenalina y lugares en donde ver la vida pasar. Espero que sea una vida larga…
Para terminar con clase, una cita del gran Conrad que lo resume todo con una contundencia que desarma:
«Este es el camino: perseguir el sueño y, de nuevo, perseguir el sueño» – Joseph Conrad
Así que seguiré soñando a lo grande y haciendo lo que me hace más feliz ♥

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Que buen post… 🙂 que alegría saber que los sueños se han ido cumpliendo y que aún hay muchos que cumplir… Ser feliz es la prioridad… No te olvides de Suramérica, también tiene lindas e interesantes cosas que mostrar. Le deseo lo mejor.
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Muchas gracias, Darwin, te lo agradezco mucho y me alegra que te guste. Es genial tener sueños porque hacen que mantengas la energía, la ilusión, y te obligan a focalizar para no perder tiempo a lo tonto.
Tengo unas ganas terribles de conocer Sudamérica, claro que sí.
Un abrazo.
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Muchas felicidades por tu post y tu blog. En verdad que le haces honor a tu nombre “viajera incansable”!!!!!!, eres fenomenal!!!!. Sigue disfrutando de esa maravillosa aventura y nunca dejes de perseguir el sueño. Ya veras que en poco tiempo nos contaras de tus sueños por cumplir cumplidos jajaja.
Sin duda has visitado lugares increíbles pero lo mas importante es que has disfrutado cada instante. Nunca dejes de soñar !!! Que tal una visita por Mexico, también es precioso…
Mil gracias por mencionarnos en tu post y seguimos en contacto. Saludos y éxito!!
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Bueno, bueno… Lo mismo puede decirse de vosotros, ¿no es así? De hecho, podemos hablar de sueños con todas las personas que tienen ilusión por vivir y que se emocionan con lo que hacen, sea viajar o sea lo que sea. Muchísimas gracias por vuestro comentario y muchísimas más por seguir el blog. Un fuerte abrazo.
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Muy lindos lugares. Dan para hacer libros sobre viajes.
Ahora una preguna: Eres parienta de Marco Polo?
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Dan para muchísimo, tienes razón, Luis; se lo diré a mi tío Marco a ver si quiere colaborar conmigo 😉 Un gran abrazo y bienvenido al blog.
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Que bonic viatjar! Jo el primer dia de classe pregunto als meus alumnes si tenen un somni i enguany molts m’han dit que viatjar. Jo també comparteixo aquest somni sempre que puc. Enguany ha estat Grècia i el Partenó continuava en obres.
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M’encanta que els preguntis sobre les il·lusions que tenen, als teus alumnes. Això és una profe! I m’encanta que Grècia hagi estat un dels teus somnis complerts, per mi també ho va ser i crec que sempre ho serà. És tan bonica! Potser acabem veient el Partenó totalment restaurat 🙂
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Thanks for following me..What a great dreams you realiseted in your young live.Wish you a lot of dreams to..My visit her was very interesting.
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Hi there! It is a pleasure meeting you. Hope you can keep on enjoying my future posts. Thank you and congrats on your blog!
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Entrar aquí es como viajar contigo; maravillosas fotos, transmites tus sensaciones para vivirlas al compás de tus vuelos. ¡Fantásticos viajes! Felicidades!!!
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Las 9 de la mañana, abro el blog con mi primer café y leo tu comentario… ¡me has alegrado el día, puridesing! Me encanta el contacto con todas las personas del otro lado, me siento acompañada. Estoy contenta de tenerte por aquí y de seguirte. Un abrazo y espero que podamos seguir comentando. ¡Feliz día!
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Encantada!!! Será un placer viajar y comentar contigo. Un abrazo.
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¡Te espero!
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… muy sugerente cada toma, estimada amiga; se te vez feliz allí sde onde apareces, lo cual no es poco: un abrazo. Orión
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Hola Orión, ¡bienvenido!
Ay, la felicidad… tan difícil de explicar pero que es nuestro impulso para movernos por la vida. Puedo decir que en cada una de estas fotos fui feliz y, como bien dices, no es poco. Un gran abrazo.
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¡Que buen blog! estoy encantada que te hayas hecho conocer y permitirme seguirte. Que sueño es poder viajar, felicidades! Muchas gracias por compartir.
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Hola, Marta. Muchas gracias por seguir el blog, me hace muchísima ilusión y, por supuesto, estoy encantada de que te guste. ¡Gracias!!!
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Impresionante!!!
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Una locura, lo sé 😉 Pero, vaya, hay que tener sueños, y cuanto más grandes mejor. Un saludo y gracias por estar ahí, jecallejosus, me hace muy feliz (y no es poca cosa, precisamente hoy, Día Internacional de la Felicidad).
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En tus sueños e ilusiones el viajar ocupa un gran espacio. Y creo que eso es bueno e inteligente. Son un montón de sueños, pero es que con los sueños e ilusiones hay que ser ambiciosa como tú; no es demasiado importante que muchos de ellos no se materialicen, porque el recorrido, el camino hecho al soñarlos ya nos llena de experiencia y sabiduría, lo importante es viajar y buscar infatigablemente nuestra Itaca. Lo preocupante no es olvidar dónde se olvidaron las llaves de casa, sino no recordar para qué sirven las llaves. Lo preocupante no es tener muchos sueños, sino no tenerlos o no saber ara qué sirve tenerlos. En fin, en todo caso, enchorabuena.
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¡Qué bonito, Julio! Y qué reconfortante, muchas gracias por tus palabras. Me encanta lo que dices porque pienso exactamente igual. En esta lista, claro, el viajar es lo principal porque se trata de un blog de viajes. Si empiezo con todo lo demás que me hace ilusión, por lo que me esfuerzo y con lo que sueño, no acabaría nunca 😉 Pero, como bien dices, el problema no es tener muchos frentes abiertos porque sería mucho peor no tenerlos. ¡Qué triste sería entonces la vida! Un abrazo fuerte y gracias por estar ahí.
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