Me alegré al ver que los bancos estarían entre los temas de esta segunda edición del proyecto fotográfico, porque son uno de los motivos recurrentes de mis fotos cada vez que cojo la cámara.
En la costa de Devon (Inglaterra), el mes pasado, tomé muchas imágenes de bancos, la mayoría de ellas enfocando las placas con el nombre de la persona difunta a quien se rinde tributo apadrinando ese banco en particular. Siempre me ha parecido una gran idea, una forma de recordar y mantener a la vista de todo el mundo ese recuerdo. Es bonito.
Sin embargo, me he decidido por esta foto. Los bancos me sugieren muchas cosas: son donde estás en compañía, donde charlas, donde quedas, donde estás contigo misma, donde lees tranquilamente, donde descansas, donde reflexionas, donde admiras el paisaje, hasta son un lugar perfecto desde donde mirar a los demás. Cuando están vacíos, me transmiten un a veces doloroso sentimiento de soledad, incluso de abandono; otras, en cambio, que no haya nadie sentado en ellos me parece romántico.
En la foto, tomada de lejos para que se vieran bien el cielo y la gran extensión de terreno cubierto por un espeso césped, la chica parece estar sumergida en sus pensamientos frente a la preciosa bahía de Torquay tras un paseo en bicicleta resiguiendo la costa un domingo por la mañana. Se me ocurren pocas situaciones más evocadoras, y todo gracias a un banco.
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¡Gracias por compartirlo! Un saludo
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A ti por leerlo, Gorka. Un saludo.
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Tienes mucha razón, ellos sugieren muchas sensaciones. Entonces podríamos decir que los bancos son amigables, ¿verdad?
¡Preciosa y poética la foto! ¡Felicitaciones!
Un abrazo.
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Desde luego que sí. ¡No he pasado yo horas bajas en bancos intentando ver la luz! 😉 Un abrazo también para ti, saricarmen.
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Me mola mucho la foto, es genial, podríamos ser cualquiera de nosotras, en nuestras charlas internas, yo soy mucho de charlas internas conmigo misma, y de sentarme a leer… saludines
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Ya somos dos, Patry. Vi la escena desde lejos, y fui corriendo hacia el prado para tomar la foto. Tuve que hacerla disimulando porque había un par de personas mirándome raro y controlando lo que hacía. Igual pensaron que era una acosadora o algo así 😉 Un abrazo.
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Chulísimo
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¡Gracias! 🙂
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Nunca me había planteado que un banco sugiriera tantas cosas, pero al leerte y ver la foto veo la razón que tienes, estoy segura de que a partir de ahora los miraré con otros ojos.
Un abrazo!
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Jajajajaja… Es curioso cómo cambian las cosas según la perspectiva, ¿verdad? Es lo bueno de la variedad. Me alegra tu comentario. Abrazos.
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Tan sencillo y tan especial. Nunca hubiera imaginado una descripción tan completa de ese amigo de todos, el banco.
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¿Verdad que sí, Ander? Me alegra que compartas mi opinión. Un fuerte abrazo.
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esa chica está en sus pensamientos, y hace que la imagen sea muy bonita ¿quien no se ha sentado en un banco a divagar o imaginar?
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Es lo que me llamó la atención nada más verla, la composición de todo junto, en la distancia y con la chica de espaldas, que pienso que es aun más sugerente. Un beso, Lai.
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